miércoles, 26 de mayo de 2010

Personas reencontradas. Facebook


Ya sé que nadie lee esto, pero por si acaso, ¿alguien se acuerda de que yo proponía poner en el blog el nombre de alguien para ver si aparecía?. No ocurrió, pero encontré a la persona en la red y le escribí. Creía que éramos o podíamos ser amigos, porque la última vez que nos vimos lo éramos. Pero me equivoqué, el tiempo pasa y parece que en la amistad también hay una erosión, un aumento de entropía que destruye la estructura y la hace amorfa, inútil para extraer energía.

Pero ¡ay! si eso es unilateral y la persona ha significado mucho, mucho...duele, la verdad. No es una tragedia, pero duele.

Hoy he desactivado mi cuenta en Facebook. En 14 días se borra si no accedo. En ella hay gente que aprecio, pero valen más cinco cafés con ellos que veinte intercambios en la red. A ver si eso es posible, al menos con alguno.

La idea de Facebook es muy buena, pero está tan contaminada por las aplicaciones que capturan datos para realizar analíticas con ellos, que resulta hasta peligroso. Tal vez cuando mi cuenta se borre la vuelva a dar de alta sin amigos, sólo por si alguien me busca y me encuentra. Yo sí le voy a abrir la puerta, aunque me sea indiferente, aunque me caiga mal, no voy a dejar de escuchar al que quiera ponerse en contacto conmigo.

No hay comentarios: