lunes, 3 de marzo de 2008

Elecciones e impuestos



Estamos en elecciones, con el PSOE ligeramente por delante en los sondeos. Da gusto escuchar los debates plurales que se montan en cadenas autonómicas, sobre todo si se comparan con el que tuvieron Rajoy y el señor Rodríguez (no lo llamo así por fastidiar, es que no veo menos digno el Rodríguez que el Zapatero, recuérdese que tuvimos un González como presidente), en el que la retórica primó sobre la discusión real.


Es triste en estas elecciones la situación de Izquierda Unida que, a pesar de tener más de un millón de votos, tiene un número de escaños comparable al de los partidos nacionalistas.

En concreto, en las elecciones de 2004 obtuvo 5 escaños con 1.284.081 votos. Convergència i Unió obtuvo 10 con 835.471 votos.



El Señor Rodríguez ha comentado que difiere de ellos en su política de impuestos. La tesis de Izquierda Unida es que éstos no se pueden rebajar si se quiere avanzar más en políticas sociales y, sobre todo en redistribución de la renta, en épocas que son de grandes beneficios para muchas empresas. Los socialistas, ponen menos acento en la redistribución, pero siguen diciendo que una rebaja en los impuestos es factible sin tener que renunciar al Estado del Bienestar. No debería ser ésta una discusión ideológica, es una pregunta técnica. Aquí nos haría falta un poco de política comparada y ver si la hipótesis de socialistas, e incluso de la derecha, es cierta. La hipótesis es clara, el bajar impuestos deja capital adicional en manos de inversores y consumidores que generará mayor actividad económica. Así, aunque se exija menos a cada contribuyente, la cantidad recaudada puede ser igual o incluso mayor. Suena bien y a todos nos gusta pagar menos... Sólo falta contrastarlo con la realidad.